Una de esas preguntas que te vienen a la cabeza cuando es eso, el amor, lo que te ha atropellado. ¿Realmente se puede esquivar una fuerza tan poderosa? Ése es el argumento de esta novela de Marta Bezares en la que, además del amor, hay cabida para otras muchas cosas…
Y es que el 
amor es el protagonista de esta novela. Pero también el destino. Porque uno y otro se complementan, se alían cuando se trata de escoger a una persona para hacerla protagonista de sus cuitas.
Esa persona es Rachel Lowell. Una persona normal: trabajadora, independiente y con un círculo muy fiel de amigas. Rachel sabe lo que quiere, qué desea para el futuro. Hasta que el destino llama a su puerto. Un destino que le tiene preparada una sorpresa…
Porque Rachel viene de sufrir un desengaño amoroso; un desengaño que puso su casa patas arriba. Por eso, una vez cerrado ese episodio de su vida, quiere centrarse en lograr el éxito en su trabajo y vivir tranquila, sin sobresaltos. Desea tener su vida controlada, sin sobresaltos ni acontecimientos que la alboroten.
Y todo eso se la trae al pairo al destino, que juega sus bazas cuando quiere. Por eso, cuando Rachel se había centrado en su trabajo, aparece Kyle, Kyle Beson. Y no es una persona fácil: decidido, no para hasta conseguir lo que quiere. Es obstinado y persistente, y ha puesto sus ojos en Rachel.
Dos seres distintos, el día y la noche.
¿Podrán existir el uno sin el otro?
